Samosir, una isla del tamaño de Singapur situada en el centro del lago prehistórico Toba, me cautivó por su cultura que aún conserva muchas de sus tradiciones ancestrales.
El lago se formó 70 mil años después de la erupción de un volcán. Tiene 450 metros de profundidad y en casi todas sus costas uno puede zambullirse sin hacer pie.
Con aproximadamente 120’000 habitantes se puede disfrutar de la tranquilidad de sus aguas y de la cultura indígena de la isla.
Los Batak se encuentran principalmente en el norte de Sumatra. Tienen un dialecto propio y la gran mayoría son protestantes luteranos. El cristianismo se mezcla con las tradiciones locales animistas pero pocas personas profesan sólo las viejas costumbres.
El nuevo giro que tomó la religión Toba se llama Malim y sus seguidores son Parmalim. También hay una minoría musulmana en la isla.
Solían ser caníbales y mataban a sus enemigos en las sillas de piedra ubicadas en el pueblo de Ambarita donde hoy en día se pueden visitar. Las diferentes armas que aparecen en el museo de la isla son indicativos de los feroces guerreros que eran antes de que se estableciera una colonia holandesa.
Artísticamente los Batak son conocidos por las tallas de madera, los tejidos y las tumbas de piedra elaboradas. Junto a muchas de las casas se pueden ver construcciones de cemento con casas pequeñas adornándolas que son llamadas Tugu. Éstas son las tumbas tradicionales a las que se le han agregado, con el tiempo, cruces y adornos cristianos.





La preservación de las tumbas, cementerios y lugares de enterramiento es muy importante en su cultura. Esto se hace evidente al ver lo básicas que son algunas casas pero el trabajo que se toman en construir y cuidar los cementerios. Las tradiciones funerarias son complejas. Los huesos de los muertos deben ser exhumados, limpiados y vueltos a enterrar después de cierto tiempo. En el pasado los ataúdes eran tallados en piedra, madera o ladrillo, pero ahora utilizan cemento u hormigón. Aunque, pasando por uno de los pueblos, me encontré con un lugar en el que fabricaban ataúdes de madera manualmente.
En Tomok, a 5 km de Tuk-Tuk, se puede visitar la tumba del rey Sidabutar y su familia. Un antiguo rey pidió una muñeca bailando tras la muerte de su hijo, que se puede ver en este lugar, y se ha transformado en una tradición en los funerales.
Paseando por Samosir ves casas tradicionales a lo largo de la carretera principal que la rodea. La estructura es de grandes pilares de madera que descansan en piedra plana u hormigón que sirve para protegerla del agua. Un gran alero triangular adorna su parte superior generalmente adornada con una cara tallada en madera, estrellas y soles en negro, rojo y blanco. Antiguamente se entraba por una trampilla con escaleras ocultas en el suelo, pero ahora se utilizan escaleras de madera fijadas en la parte delantera de la casa.







Los campos de la isla se encuentran cultivados con arroz y humedales. El cultivo de arroz tiene un significado religioso. Se cree que aumenta el poder de los sumos sacerdotes Batak que son responsables de la prosperidad agrícola.
Los mitos y rituales tienen en cuenta los opuestos como liberadores de energía: la vida y la muerte, el pueblo y los bosques, la guerra y la agricultura. Mirando bien la decoración de las tumbas, los edificios, textiles, rituales, diseños, colores, bailes, máscaras funerarias y otras tallas se encuentran símbolos utilizados para representar el orden cosmológico. Los extremos de un frontón, por ejemplo, suelen estar decorados con tallas de madera de una serpiente Naga Padoha y lagartos.
Actualmente hay 5 clanes diferentes en la isla que se reconocen por sus nombres de familia (no son reconocidos como apellidos). Una persona de determinado clan se debe casar con alguien de uno diferente, no importa si tienen nombres de familia distintos. La mujer se muda al pueblo de su marido. Lo primero que hacen cuando conocen a alguien que les gusta es preguntarles su nombre familiar para saber si deben olvidarse del tema y ser sólo amigos.
La cultura Batak tiene su propia historia sobre cómo se formó el lago y su isla. Se las cuento a continuación.











MITOLOGÍA SOBRE LA CREACIÓN DEL LAGO TOBA
Había una vez un pescador que vivía en torno al barranco de Pusuk Buhit, la montaña mística cercana al lago Toba. Nadie sabía cuándo había llegado ni de dónde venía. Tenía una pequeña choza en una zona agrícola del río rodeada por una colina ovalada.
Un día salió de pesca y encontró que un pez enorme había roto la trampa quedándose atrapado en ella. Lo llevó a su choza y se puso a caminar alrededor de ella pensando cómo haría para cocinarlo.
Después de un rato volvió a su cabaña para encontrar que el pez se había convertido en una hermosa mujer digna de ser princesa. Sus escamas se transformaron en adornos enjoyados sobre su elegante vestido.
En un instante se enamoró de la enigmática mujer y le propuso matrimonio. Ella accedió con la condición de que nunca le dijera a nadie que había sido un pez.
Fueron muy felices durante muchos años. Su esposa le preparaba la comida y la única hija que habían tenido se la llevaba a su padre mientras él trabajaba en el campo.
Un día, la hija sintió mucha hambre y se comió el almuerzo de su padre. Él se enojó mucho y le gritó enojado: “¡realmente es descendiente de los peces!”
La niña corrió a consultarle a su madre por qué le había dicho eso. Rompiendo en llanto por la decepción, al darse cuenta que su marido había roto la promesa, agarró a su hija y la llevó a la colina diciendo que iba a ocurrir un gran desastre.
En la colina se arrodilló y rezó a su Dios. De repente la tierra comenzó a temblar, tormentas feroces azotaron el lugar y salía agua de la tierra entre las grietas. Su marido y su hija se ahogaron. Ella se convirtió nuevamente en pez y el cuerpo de su esposo en piedra. Debido a la inundación el lugar donde vivían se convirtió en el lago Toba con la isla Samosir en su centro.











